Hoy vamos a hablar del caso de John Lorber, el neurólogo que descubrió que un chico universitario «no tenía cerebro».
Este famoso caso se inició porque un estudiante fue al médico por unas fuertes migrañas que sufría desde hacía tiempo. Los médicos le hicieron, entre otras pruebas, un escáner cerebral. Lo que vieron fue sorprendente: No tenía prácticamente cerebro, y aún así estaba vivo y era completamente funcional.
<—–Escáner normal // Escáner del estudiante —–>
Lo que se ve a la izquierda es un cerebro mundano y lo de la derecha es lo que se conoce como «Hidrocefalia». Esto significa que en vez de haber masa cerebral (neuronas y cía), hay líquido cefalorraquídeo.
Según recogen los datos: universitario, actividad social normal y 126 de CI (es decir, de los listos). Y en vez de 4-5 cm de grosor de materia gris y el resto del cerebro de materia blanca, tenía una «telilla de células» según los autores. En cuanto a la masa: un cerebro estándar pesa algo menos de 1’5kg, pero el de este matemático ronda los 50-150 gramos. Y lo más impactante es que no es el único. Lorber se especializó en hidrocefalias y observó 600 casos de los cuales 60 tenían menos de 5% de cerebro. 30 de estos, con un alto CI.
Después de ver su resonancia, John Lorber publicó un artículo en Science con el título: «Is Your Brain Really Necessary?» (Ver el artículo aquí: https://www.science.org/doi/10.1126/science.7434023 https://www.science.org/doi/10.1126/science.7434023).
Y por si lo estás pensando: No, esto no ocurre porque «usamos el 10% del cerebro». Eso es un mito que se ha demostrado en ciencia. Podéis leer sobre ello en el libro «Una selva de Sinapsis«. Todo esto es gracias a la neuroplasticidad cerebral. Esta es la habilidad del cerebro de asumir funciones de otras partes que no se han desarrollado y así funcionar con normalidad. Aunque todavía no se sabe muy bien en qué casos puede hacerlo y en cuáles no, se está investigando sobre ello actualmente.
Para concluir, lo interesante también es que están apareciendo más sucesos como estos en Francia y Brasil. Si queréis saber más sobre este tema, hay más información interesante aquí: https://link.springer.com/article/10.1007/s13752-015-0219-x
¿Os ha parecido interesante la neuroplasticidad del cerebro?
¡Nos leemos pronto!